y en la vida que me has quitado.
En el tiempo que robaste de mi cuerpo
y en el peso que descaradamente pones sobre mi.
No sé cuál es la culpa que mantengo
o qué pecado cometí
Si tu presencia es la condena
más digno sería morir.
Hice a un lado todo lo que quiero
y me moldeaste a lo que soy
decías cuidarme, protegerme
pero no pensaste en mi.
Por eso, después de tanto
esta noche yo te suelto, te dejo ir.
Voy a perderte en el tiempo y el sonido
entre letras y melodías que nadie va a escuchar.
En palabras rotas por el llanto en la garganta
entre llanto y la nostalgia de lo que te llevas.
Hoy por fin te dejo ir.
No pienso dar explicaciones innecesarias
menos insultos sin puntería
no mereces el adiós como cortesía
mi silencio es tu despedida.
Y no me basta, pero es suficiente;
ya no seré la causa de tu suerte
No sé por qué siento que te necesito
por protección o mero masoquismo
tal vez sea una idea absurda y triste
pues siempre he vivido contigo.
Hoy dejo la mano que me asfixia
y el insoportable peso de vivir.
Desearía nunca haberte conocido,
que no hubieras crecido conmigo,
desearía saber qué sería sin ti
Desearía que no me hubieras callado
cuando mis palabras tenían valor
Desearía que me hubieras dejado ser más yo
cuando aun podía
Desearía ser más que tú
o un poco más valiente
Desearía quitarme la vergüenza
que me haces sentir sólo por ser yo.
Quisiera olvidar el odio que me hiciste sentir
Cómo desearía liberarme de ti.
Y es que quien habla no soy yo
Esa no es mi voz.
Desearía que no fueras causa del llanto
desearía callar tu estruendoso silencio.
Desearía nunca haberte conocido.
o que me dejaras en paz.
Hoy por fin te suelto
mi dulce soledad.
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