¿Hasta dónde ha de llegar la herida?
¿Se extiende hasta el abismo del mar,
o se queda en las runas de la carne?
¿Y de tu nombre sanaré algún día?
¿Por qué arrastro los escombros del pasado,
que pintan todo en un gris pálido,
si la esperanza de paz son los somníferos,
¿por qué tu llama alcanza lo onírico?
¿Por qué la lluvia nunca cesa,
y desdibuja el paisaje artificial?
dejando expuesta mi umbría,
que tampoco quiere despertar.
¿Por qué me siento siempre solo?
si el thanatos que no se va
subyugado por el cuello,
es la tristeza que me va a matar.
Cuando el pulso calla en la muñeca
el tiempo se despide en la sombra
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