dosificando el umbral realidad,
entre seres indistinguibles de mi
cuatropeadados, compartiendo infiernos.
Sin conocerse, sin conocer lo divino
se hizaron, cada uno por el cuello.
si eterno ha de ser el infame descanso,
bochornosos cuerpos son humo sagrado.
Nuevas llagas sobre pieles putrefactas
Diez mil muertes diferentes colapsan,
la condena cotidiana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario