He buscado en todos los lenguajes
con sabios demonios y versados ángeles
y ni en ideas ni en los textos he encontrado
ni remota referencia a lo que siento por ti.
Pues sé bien que el corazón no obedece
a reglas ni moral, a razón ni a conciencia,
y por más que da vueltas mi cabeza
tu nombre es la constante que resuena.
El río confesó que le encontraste llorando
y tú no le ignoraste por completo
que te abrazó con sus aguas templadas
y así le curaste el propio miedo.
Ha confesado que calmaste sus aguas
de sus tristes constantes
que ya no huye de sí mismo
por el amor que le enseñaste
El viento, tan libre y desenfrenado
siguió tu perfume con absoluta devoción
te encontró vagando en terrenos vacíos como yo
y se ha extrañado al ver tus ojos apreciándolo.
Dijo el viento que lo has dejado sin voz
que te ha contado todos sus secretos
Y eso que le hacía correr, escapar de todo
se ha marchado tan pronto te lo ha confesado.
Cómo podría no amarte,
Si tu cuerpo ha calmado al río,
si tu voz ha sanado al viento
Me encontré de frente con el tiempo
que tantas veces me ha lastimado
estaba con el rencor que guarda por mi nombre
desde que se me ha escapado de las manos.
El mismo tiempo preguntó por ti
pues sólo te ha visto en sueños
pero él se desvió de si mismo
y ahora toca comenzar de nuevo
Quiere escuchar de tu tierna voz
que la incertidumbre es la ventaja
Aquello que busca desesperado
tanto en el cuerpo como en el alma.
Cómo no voy a amarte.
si has domado al tiempo,
si has calmado al viento,
si consolaste al río
Imagina lo que has hecho por mi.
Imagino despertar cuando tu voz no está en mi sueño
despierto para buscar en ti consuelo
antes de que el cielo reclame tu nombre
lo quiero guardar dentro de mi pecho
entre todo lo que eres, del cuerpo al alma
estoy seguro que este mundo va a pelear por ti.